Nueva York, julio de 1959. Hace calor y el humo llena el Village Gate Club. Entre el barullo de la gente que comenta, empieza a sonar la batería, cuatro compases enlazados sobre los que el piano dibuja un tema sencillo, de cuatro acordes. Se hace el silencio y sólo suena la música. Es la primera vez que Dave Brubeck y su cuarteto tocan Take Five ante una audiencia en directo, y no tienen muy claro cuál va a ser su reacción.
El jazz está muy anclado en patrones pares, y el pianista se ha propuesto desviarse del típico 4/4 y experimentar aplicando ritmos diferentes y poco o nada utilizados hasta ahora en jazz. El nombre del álbum, grabado a principios de mes en los Columbia Studios, en la calle 30 de Manhattan, Time Out, alude directamente a esta intención. En un reciente viaje por Turquía, Brubeck y su grupo han aprendido ritmos tradicionales de los músicos callejeros, así que se les ha ocurrido aplicar compases irregulares, como este 5/4 que está sonando, y que da nombre a la canción.
Suena Take Five y la gente se mira entre sí con cierto asombro. Mientras Joe Morello se afana con el solo de batería, Paul Desmond, el saxo alto y compositor de la canción, se aparta un poco y enciende su pitillo. Lo disfruta, pensando que para eso precisamente está ideado el solo de esta canción añadida al álbum en el último momento; y, con una media sonrisa, calcula los derechos de autor de esta "basura": quizá le lleguen para una afeitadora... Poco más se puede esperar de este "experimento con ritmos extraños".
La última nota queda en el aire y hay otro instante de silencio. La reacción de la gente a la novedad esta noche es unánime. Sorprendentemente para Brubeck y su cuarteto, Take Five se convierte en un éxito mundial, conocido e identificado al instante hasta por los oídos más ajenos al jazz: de hecho es el sencillo de jazz más vendido nunca. Ha inspirado otras canciones entre las que sin duda recordamos alguna. Cruz Roja de América percibe alrededor de $100.00 al año por los derechos cedidos por Desmond a su muerte. Y el álbum Time Out ha llegado a ser el segundo álbum más vendido de la historia del jazz, sólo por detrás de Kind of Blue de Miles Davis, del mismo año, otra joya (de ritmos pares).
Compás, unidades de tiempo agrupadas, medidas... El tiempo, los tiempos. Y ese sonido analógico.